Esta semana he participado a una clase muy didáctica y completa en ISMET especifica sobre extractos fito-cosméticos impartido por Beatriz Lavado, cosmetóloga de gran experiencia y competencia ( www.elaborandocosmeticos.es)
Ya elaboraba mis extractos pero principalmente por uso interno y no me atrevía tanto en introducirlos en mi cosmética casera. Después de esta clase he salido mucho más segura sobre las diferentes técnicas de extracción y su utilizo en los preparados cosméticos naturales. Así que hoy no me he podido resistir y he empezado a darle la vuelta a mis formulas favoritas para personalizarlas aun mas y utilizar casi exclusivamente los extractos elaborados por mi (en la mayoría de los casos con plantas recogidas esta primavera). Pero que son exactamente, te estarás preguntando? Se trata de preparados hechos con plantas y otros vegetales que se obtienen por maceración en disolventes como alcohol, agua, glicerina, aceites vegetales. De esta manera extraemos los principios activos de la planta manteniendo-los muy concentrados y prolongando su vida activa, permitiéndonos tener a nuestra disposición extractos muy eficaces, con una gran actividad y una excelente conservación en el tiempo. Para uso casero los que mas utilizo son tinturas (maceración en alcohol o glicerina) y oleo-macerados (maceración en aceite vegetal). Las tinturas alcohólicas se suelen hacer en vodka, por su graduación medio-baja (40 grados aprox.) que se adapta bastante a la gran mayoría de plantas, fácil de encontrar y a un precio bastante accesible. Se macera la planta por 15-40 días según el tipo de planta. Son una manera muy fácil y practica de conservar tus hierbas y poder utilizarlas cuando quieras sin perder eficacia (duran hasta 5 años). Se pueden utilizar por vía interna y también en cosméticos aun que no es lo ideal debido a su contenido alcohólico que puede irritar y resecar la piel. Por esta razón preferiremos macerados en agua y glicerina para nuestras cremas. Estas maceraciones necesitan entre 15 y 25 días, según la planta, en una mezcla de agua y glicerina (aprox. 50%-50%). Otro extracto que preparo a menudo es el oleo-macerado con las plantas que voy recolectando y que utilizo directamente en mis cremas y champús, La técnica casera mas común suele poner a macerar la planta entre 3 y 6 semanas en un ratio 1:5 (1 parte de planta - 5 partes de aceite vegetal) No olvidemos el extracto mas fácil y conocido, la tisana! Si, también infusionar una planta nos proporciona un buen extracto para utilizar en la fase acuosa de nuestros preparados (siempre teniendo en cuenta si hace falta infusión, decocción o maceración en frío según la planta que estamos utilizando). Hoy he utilizado los macerados que tenia listos de esta primavera para crear: PASTA DE DIENTES antiséptica, con arcilla blanca, infusión de equinacea y aceite esencial de menta CHAMPU SOLIDO con oleo-macerado de pino, tintura de ortiga y arcilla blanca CREMA FACIAL con oleo-macerado de siempreviva, infusión de rosa, tintura de gingko biloba y de ortiga CREMA CORPORAL reafirmante y exfoliante - con oleo-macerado de romero, infusión de rosa, tintura de eleuterococo Están todos descansando en la nevera esperando que pueda probarlos mañana. Que te parece? Tu también estas empezando a elaborar tus extractos? Cuéntame tu experiencia! :-)
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Se acercan las navidades y empiezas a agobiarte con la búsqueda del regalo perfecto para tus querid@s? Este año busca algo especial con valor desde el corazón, para expresar tu agradecimiento hacia esas personas que siempre están a tu lado. Es mas fácil de lo que crees....experiencias, salud, bienestar, una clase de yoga, un curso de cocina, un masaje o porque no, un taller de cosmética natural! ;) Y porque no regalar un momento juntos aprendiendo algo nuevo? Si te apuntas con la persona beneficiaria del vale podras disfrutar de un 10% de descuento. Una experiencia aromática y practica, disfrutando del placer de crear algo bonito y rico con tus propias manos. Dos horas elaborando cremas caseras entre aromas, aceites y mantecas, aprendiendo las bases de la aromaterapia, Podrás crear productos saludables y ecológicos adecuados para tu piel. Sufres de piel sensible o atopica? Olvídate de irritaciones y molestias creando tus formulas con ingredientes ecológicos y formular tus propias recetas con seguridad. Mas información: [email protected] https://kirakiralife.weebly.com/talleres-de-cosmetica-natural.html
Llevaba unos cuantos intentos de hacer pan sin gluten en casa con resultados aceptables pero nunca del todo satisfactorio.
Todo ha cambiado gracias al descubrimiento de la cascara de psyllium, una planta rica en fibra que cumple también la función de aglutinante en nuestros panes caseros. El resultado ha superado de mucho mis expectativas, con un pan crujiente, esponjoso y nutritivo que podría pasar perfectamente por un pan casero integral tradicional. Para un pan de 750 gramos de harina he utilizado 15 gramos de cascara de psyllium, según la receta base de Mamafermenta.com. Ademas de ayudarnos maravillosamente con la textura del pan, esta planta tiene muchos beneficios para nuestra salud. Contiene muchos mucilagos y fibras, dándonos sensación de saciedad y ayudando la regularidad intestinal, protege la mucosa digestiva, ayuda a eliminar toxinas, reduce el nivel de colesterol en la sangre. Para este pan he utlizado: 300 gr harina de trigo sarraceno, 200 gr de harina de garbanzos, 250 gr de harina de arroz (puedes probar diferentes combinaciones según tu gusto); 3 cucharadas de postre de cascara de psyllium 1 cucharada de postre de levadura seca 1 cucharada de postre de sal 800 gr de agua Buon appetito!
El verano ha llegado con mucho calor y mucha inspiración y novedades en el obrador KiraKira!
El lanzamiento de los talleres de iniciación a la cosmética natural ha sido un gran trabajo que ha traído mucha satisfacción y motivación para seguir creando y trabajando en mas recetas y eventos de aprendizaje. Volverán en Septiembre con mas formatos y novedades, así que no te pierdas las novedades y apúntate a la newsletter ;) Y ahora tocan mini vacaciones de playa antes del gran viaje de yoga a la India...y que escusa mejor para preparar la maleta de verano con nuevos productos ecológicos handmade? Por fin he podido probar el aceite vegetal de buriti para mis cremas post-solares, este fruto contiene aun mas betacarotenos que el aceite de zanahoria y es un poderoso antioxidante, lo que lo hace el perfecto aliado para lagartos como yo y mi mamma. Y con tanto entusiasmo para mis proyectos y viajes también me he animado a profundizar el tema del cuidado capilar ecológico, formulando tanto champús líquidos como sólidos. Sobre todo estos últimos han sido el gran descubrimiento... Al ser a base de tensioactivos vegetales 100% biodegradables y sin necesitar envase resultan 100% respetuosos del medio ambiente. Logramos también una profunda limpieza y protección del cabello gracias a la posibilidad de formularlos con diferentes combinaciones de mantecas, aceites vegetales, aceites esenciales, tinturas, infusiones...según nuestros gustos y necesitades. Ya os digo que con su textura espumosa y agradable han conquistado toda la familia... Aprovechando el viaje planeado desde hace tiempo a Vietnam y las nuevas circunstancias de mi vida que me regalan más tiempo para mi slow life, he decidido alargar mi estancia con una semanita de retiro en un centro de yoga. Buscando e investigando me decanté para el centro de yoga Sivananda en Ho Chi Minh, ya que me pareció muy tranquilo, auténtico y un buen plan para vivir y experimentar un poco de yoga clásico, tomando mi tiempo para meditar, pensar, cantar, practicar y pasear por una nueva ciudad… El centro está en una acogedora casa en una zona residencial del distrito 1 de Saigon, zona céntrica y relativamente "tranquila" considerado el bullicio y ajetreo de esta ciudad. En el centro hay tres profesoras residentes y durante el día van y vienen otros profesores además de un buen grupo de karma yogis que vienen a practicar y estudiar para completar su formación y también prestar servicios al centro como ayudar a limpiar, cocinar, y otras tareas de mantenimiento. Todo es en pleno espíritu de cooperación y voluntariado y vivir en la casa con sus ritmos unos días nos permite saborear este ambiente familiar y alegre. El día empieza a las 4.30 con el “despertador común” (la profesora encargada que va cantando Om namah sivaya por la casa) y los residentes van juntándose en la sala principal para meditar sobre las 5.00. después de unos 40 minutos de meditación se cantan juntos los mantras diarios, se comparte un momento de reflexión común leyendo algún texto de Swami Vishnudevananda y se acaba con el ritual del Arati. Esto consiste en ir “bañando” con la luz de una vela el altar y los presentes en una actitud de devoción, simbolizando como el ego individual debería hacerse uno junto con la luz del Absoluto mientras se canta Twamewa Mata y se acaba el ritual ofreciendo una pieza de fruta o algún dulce que también se comparte entre los presentes. Los residentes tienen que participar a la meditación diaria, los Satsang (miércoles y domingo) y por lo menos a una clase de asanas al día. En el primer Satsang a la que he asistido he tenido la suerte de coincidir con la visita de Bren Jacobson, el piloto del guru Vishnudevananda durante sus misiones de paz en los años 70 y 80. Durante mi estancia he intentado ir a la clase de la mañana y a la de la tarde y la verdad que es muy agradable vivir en el centro y poder ir y venir a cualquier clase sin salir de casa ;). Normalmente se come juntos sobre las 11 y después de comer cada uno tiene que practicar su hora de karma yoga (limpiar la cocina o una sala de yoga, etc. etc.). La comida es estrictamente vegana y también está prohibido comer cebolla y ajo (al preguntar porqué me explicaron que son alimentos que no favorecen la tranquilidad interior para meditar…aunque me confesaron que algún domingo hacen excepciones y hasta piden pizza;)). El ultimo día me ofrecí de cocinar italiano para todos y la verdad fue todo un reto sin mi base de ajo y cebolla….aunque el resultado tuvo igualmente mucho éxito! La práctica de asanas en el estilo Sivananda es un poco diferente de las clases de hatha vinyasa a las que estoy más acostumbrada, ya que se trata de una secuencia fija de 12 posturas (con más menos variaciones y matices según el profesor). La clase suele empezar con unos buenos 15 minutos de pranayama, normalmente kapalabhati y anuloma viloma, seguidos por un breve savasana. Sigue la secuencia con las 12 asanas, cada una mantenida durante unos cuantos minutos (3-5 aprox.) y siempre seguida por un breve savasana, para asimilar y interiorizar los beneficios de cada postura. Confieso que al principio me ha costado mucho pillar este ritmo tan diferente, sobre todo al ser una práctica más estática, me quedaba con la sensación de más rigidez y dificultad en realizar correctamente cada asana...lo que me hizo reflexionar mucho sobre el apego que tengo a mi práctica diaria y me empujó a seguir con este pequeño reto de salir de mi zona de confort y empaparme de una práctica fuera de mis costumbres. He tenido mis altibajos, sobre todo momentos de dificultad al practicar con tanto calor, pero tengo que decir que al final de la semana ya me encontraba mucho mejor y pude disfrutar tanto de la práctica como de las meditaciones y Satsang, lo que más me gustó observar en mi fue ver el bienestar de poder meditar tanto tiempo al día y con regularidad y sobre todo los beneficios de practicar más pranayama dos veces al día. Me llevo estos regalos a casa de esta experiencia, la paz y calma de hacer esta pausa en mi vida y también nuevos buenos hábitos que me ayudan a vivir mi día a día con mas energía, conciencia y alegría! Namaste |
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Diciembre 2017
SaraExperta en fitoterapia y aromaterapia, entusiasta de lo sano y natural. |